En octubre, el servicio de noticias del Dow Jones informó de la inminente –y como se demostró posteriormente, falsa– compra de Apple por parte de Google por 9.000 millones de dólares. Informaciones como esta son cada vez más comunes, y cada vez resulta más fácil encontrarlas en medios de comunicación tradicionalmente fiables. Sin duda, la razón es el vertiginoso ritmo con el que generamos y consumimos datos y noticias. La tecnología ha avanzado a una velocidad que ha sobrepasado nuestra capacidad de respuesta. Prueba del impacto de esta tendencia en la economía son las recientes declaraciones de Benoit Coeure, miembro del consejo del Banco Central Europeo, quien afirma que "el fake data es una amenaza tan grande para el equilibrio financiero de las empresas como las fake news para la política".
Para solucionarlo y poder digerir la elevada cantidad de información de la que disponemos es necesario que adquiramos nuevas habilidades, tanto en el plano profesional como en el social.