El sistema de autenticación basado en usuario y contraseña sigue siendo el más extendido para acceder a los distintos servicios online. Sin embargo, existen otras formas de autenticarnos en los que interviene otro elemento. Pasamos del “algo que sé”, es decir, una contraseña, una clave o un PIN, al “algo que tengo”, como por ejemplo, un token USB o una tarjeta de coordenadas.
La autenticación doble, o verificación en dos pasos, es una capa adicional de seguridad que complementa el uso de una contraseña. Su objetivo es el de asegurarse de que el usuario no solo conoce la contraseña para acceder al servicio, sino que además es quien dice ser aportando en el proceso de logueo información, un código por ejemplo, sobre algo que solo él posee.