El ahorrador español sigue siendo conservador. Prueba de ello es que las familias españolas mantienen casi 900.000 millones de euros en depósitos bancarios, según las últimas cifras publicadas por el Banco de España.
Pero los españoles no solo son, en su mayoría, conservadores en el ahorro, también son tradicionales en la inversión. Y es que, según datos de Inverco, el 40% de los hogares de nuestro país ahorra en planes de pensiones, un producto que está destinado específicamente para la jubilación y que no resulta ventajoso para todos los perfiles de ahorrador.
En la actualidad, el mercado ofrece diferentes mecanismos para incrementar el ahorro a largo plazo, que han de ser utilizados en función de las necesidades y objetivos financieros de cada ahorrador. Por ello, no siempre el mejor producto para tener una renta adicional durante la jubilación es un plan de pensiones, ya que estos cuentan con ciertas limitaciones
Las particularidades de los planes de pensiones
Una de las características principales de los planes de pensiones es su falta de liquidez, ya que no permiten rescatar el dinero antes de tiempo, pues están pensados para la jubilación. En concreto, el rescate solo se permite una vez se haya llegado a la jubilación o en determinados supuestos como invalidez laboral, enfermedad grave, muerte del partícipe, paro, pasados 10 años desde su contratación (a partir de 2025) o ERTE derivado de la Covid-19.
A esto se suma el pago de impuestos al recuperar el dinero, ya que, en la mayoría de las modalidades de rescate (salvo para las rentas vitalicias) el dinero formará parte de las rentas del trabajo, lo que eleva considerablemente la base imponible y, por consiguiente, hace que el partícipe pague más impuestos en su declaración de la renta.
Este factor que, hasta el momento, se podía compensar con la desgravación sobre el dinero aportado a lo largo de cada ejercicio, pierde a partir de este año parte de su atractivo con el recorte a las aportaciones máximas desde los 8.000 euros hasta los 2.000.
Los fondos de inversión, una de las alternativas similares
Una de las alternativas más claras a los planes de pensiones son los fondos de inversión, que obtienen en los últimos 10 años una rentabilidad media de entre el 11,25% (en los mejores casos), según datos de Inverco. Aunque se trata de productos totalmente diferentes, funcionan de una forma similar, ya que invierten en una cartera de activos con mayor o menor riesgo y, por tanto, pueden ser contratados por cualquier perfil de inversión en función de sus objetivos.
La mayor diferencia respecto a los planes de pensiones es que los fondos son productos con mayor liquidez, que no necesitan esperar hasta la jubilación para poder ser rescatados, por lo que el dinero está siempre disponible. Además, su fiscalidad también los favorece, ya que el traspaso de un fondo a otro está exento de tributación y, a la hora de realizar el reembolso de las participaciones, estas tributarán en la base imponible del ahorro en el IRPF y no en las rentas del trabajo.
En la actualidad existen fondos para todos los perfiles de inversión y bolsillos. Desde más arriesgados hasta más conservadores, pasando por fondos con bajas comisiones, como los fondos indexados. Estos últimos replican a un índice concreto y no requieren de la actuación constante de un equipo gestor, por lo que reducen los costes de gestión significativamente.
Otros productos para hacer crecer los ahorros a largo plazo
Junto con los fondos de inversión los ahorradores tienen a su disposición otros productos para generar rentas antes y durante la jubilación. Una de las alternativas es la inversión en bolsa, aunque se trata de una opción para perfiles arriesgados y con cierto conocimiento financiero, ya que se invierte directamente en empresas que cotizan en los mercados, lo que complica tener una cartera diversificada y, por tanto, nos lleva a estar más expuestos a riesgos.
Fuera de las gestoras y brókers de bolsa, otras de las opciones para generar rentas de cara a la jubilación residen en el sector asegurador. Uno de ellos son los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS), que son seguros de vida ahorro que permite realizar aportaciones periódicas, asegurando el capital y con cierto rendimiento anual. Una de sus ventajas es que el dinero queda garantizado. Además, permite rescatar el dinero en cualquier momento y si se hace como renta vitalicia se evitan pagar prácticamente la totalidad de los impuestos por las ganancias. No obstante, las aportaciones máximas podrán seguir siendo a partir de 2021 de 8.000 euros. Además, debido al contexto de bajos tipos de interés en Europa, su rentabilidad es limitada.
Por este motivo, quienes optan por un producto de estas características también tienen la alternativa en los Unit Linked, cuya rentabilidad se obtiene a través de cestas de fondos de inversión perfiladas según el riesgo. De este modo, una pequeña parte de la inversión se destina a la póliza del seguro, quedando parte del dinero garantizada, y la otra, a la inversión.
Como alternativa al ahorro periódico, la inversión inmobiliaria también se perfila como una opción para generar rentas en la jubilación mediante el alquiler. No obstante, en estos casos se requieren de cantidades elevadas para poder adquirir la vivienda. Además, conviene tener en cuenta la localización de la vivienda para que la rentabilidad resulte atractiva. En la actualidad, la rentabilidad bruta por alquiler en España se sitúa en el 3,7%, según los últimos datos del Banco de España.
Fuente: elEconomista.es
Autor: Asun Infante