Cuando recibes un correo electrónico crítico, hostil o simplemente grosero, puede arruinarte todo el día. Te dejamos algunos consejos para controlar tus emociones y responder de manera racional y profesional:

  • Primero, tómate tu tiempo. No es necesario que respondas de inmediato. Tómate un momento para analizar el mensaje, cálmate y piensa con claridad antes de elaborar tu respuesta.
  • A continuación, y antes de decir nada más, agradece al remitente por haberse tomado el tiempo de comunicarle su mensaje. Incluso si utilizaron un tono negativo contigo, asegúrate de que el tuyo sea positivo.
  • Explica tu perspectiva sin culpar ni fanfarronear. Ten en cuenta que este es sólo el comienzo de la conversación. Puede haber hechos que su contraparte desconocía y por eso te ha escrito ese email. Utiliza tu respuesta como una oportunidad para compartir los hechos que pueda desconocer la otra parte.
  • Continua tu respuesta aclarando la cuestión principal. Intenta aclarar en qué momento ha ocurrido el malentendido entre el remitente y tú, y hazle preguntas para comprender mejor lo que debe resolverse.
  •  Finalmente, céntrate en las soluciones. Una vez que comprendas el problema en cuestión, concentra tu atención (y la de tu lector) en el futuro, donde pueden ocurrir cambios positivos.

Fuente: Harward Bussines Review