La reunificación de deudas bajará sus cuotas mensuales pero este ahorro a la larga puede salir caro. Le ayudamos a tomar una decisión.

Los ERTE, el aumento del desempleo y la creciente incertidumbre en torno a la evolución económica de España durante los próximos meses ha vuelto a poner contra las cuerdas a miles de hogares.

En los últimos meses, gracias al “bicho”, muchas familias no pueden hacer frente a sus obligaciones crediticias: la hipoteca, la letra del coche, los gastos acumulados en tarjetas de crédito, el mini préstamo del viaje del verano anterior… ¿Qué podemos hacer? ¿A quién recurrimos si los numerosos “picos” que tenemos que afrontar mensualmente dejan reducido nuestro sueldo a límites en los que casi nos resulta imposible salir adelante?

Existe una posible salida, no exenta de cautelas, como luego veremos, pero solución o, mejor dicho, remedio, al fin y al cabo: la reunificación de deudas.

La incertidumbre sobre si tendremos o no trabajo a corto o medio plazo empieza a hacer mella en muchos de nosotros al temer que no podremos soportar nuestros créditos y deudas. Si ya en el día a día de los hogares era habitual la aparición de numerosos gastos imprevistos, con una economía nacional en recesión, las probabilidades de que aparezcan tensiones de liquidez se multiplican.

Las solicitudes para reunificar deudas han crecido casi un 20% desde el pasado mes de abril

El propio Banco de España advirtió a finales de septiembre que la morosidad comenzaba a repuntar e insistió en que, tras finalizar el plazo para solicitar la aplicación de las medidas de moratoria del pago de los préstamos, tanto de los hipotecarios como de los no hipotecarios esta se dispararía. La bandera de salida la situó en el pasado 29 de septiembre.

¿Qué es la reagrupación de deudas?

La reunificación de deudas consiste en aglutinar sus préstamos en uno solo, aumentando el plazo de amortización; es decir, el tiempo que tiene para pagarla. La clave está en que le permite pagar menos cada mes e ir reduciendo gradualmente la deuda a un ritmo que le encaje en sus perspectivas.

La cuantía mensual resultante será menor que la suma de todas las cuotas anteriores, pero aumentará el plazo de amortización y el coste final por el incremento de los intereses.

La desventaja está en que sus deudas se alargarán en el tiempo: tardará más en liquidar su endeudamiento y los intereses totales serán mayores. O sea, va a pagar más y por más tiempo. Pero si tiene un problema de endeudamiento a corto plazo y no ve otra salida, esta posibilidad puede ayudarle.

Plan de acción

• Lo primero que debe hacer es Identificar todos sus préstamos, créditos y deudas. No se olvide de ninguno: crédito del coche, pagos aplazados, deudas con la Administración, créditos profesionales, etc.

• Calcule el dinero que debe pagar en cada caso, intereses incluidos y súmelo.

• Tras ello, es recomendable que use un simulador de préstamos para calcular qué opción sería viable según sus posibilidades.

• Tenga en cuenta que la reunificación también genera gastos adicionales. (cancelaciones anticipadas, coste de formalización y apertura del nuevo, abono de comisiones etc.) y

• Acuda a una entidad de crédito

Requisitos

El gestor de su banco, muy probablemente, le ofrecerá un préstamo hipotecario de reunificación porque tiene los tipos de interés más bajos y no genera problemas para aumentar el plazo total de devolución. Si no cuenta con una vivienda en propiedad, o un avalista que la tenga, le saldrá más caro y el procedimiento será más complejo.

En la mayoría de los casos las entidades piden requisitos similares a los de la concesión de una hipoteca simple. Es decir, que el préstamo no supere un determinado porcentaje del valor total del bien (en torno al 80%), que cuente con un contrato de trabajo indefinido con una antigüedad mínima y una nómina y que no esté incluido en una lista de morosos.

Ventajas

a) Un único pago al mes.

Al refundir todas las deudas en un único préstamo solo se tendrá que realizar un pago mensual.

b) Más claridad.

Al cancelarse todos los préstamos y créditos para agruparse en un solo podremos saber con más certeza de qué cantidad disponemos para otros gastos, sin necesidad de realizar cálculos.

c) Reducción del importe de la cuota.

Ésta es la principal causa por la que se recurre a este procedimiento, ya que se pagará menos cada mes y se reducirá la carga de la deuda sobre la economía individual o familiar.

d) El porcentaje de interés es menor.

Cuando se realiza la unificación de deudas se contrata un préstamo hipotecario cuyo interés es bastante inferior a otras formas de financiación, pero el mayor plazo de devolución pactado puede igualar o superar el beneficio obtenido por esta reducción. Menos intereses, pero mayor longevidad del contrato.

Inconvenientes

Hay una serie de desventajas que hacen que no sea una opción recomendable a no ser que se esté en una situación de extrema necesidad económica.

a) Aumento del gasto total.

Como se ha indicado anteriormente, aunque la cuota que pagamos mes a mes disminuya, la cantidad total que se abonará al final será superior, por la ampliación del tiempo.

Además, no debemos olvidar, tal y como hemos dicho, que la restructuración de deudas tiene un coste asociado importante. Véanse los de cancelación de créditos (comisiones de cancelación o penalización por pago anticipado) y/o los de modificación o cancelación de la hipoteca para abrir otra (gastos de notario, registro e impuestos) y el pago de comisiones a entidades intermediarias o de crédito….

b) Aval hipotecario.

Para poder realizar la reunificación de deudas un requisito habitual es tener una hipoteca. Si no se aporta una garantía hipotecaria es más difícil acceder a la agrupación.

c) Plazo de devolución mayor.

Resulta obvio que, si se debe pagar una cantidad determinada y se reduce la aportación mensual, es normal que aumente el número de plazos para satisfacer el pago completo y, al aumentar el número de plazos, subirá también la cuantía de capital dedicada al pago de intereses.

Valoración

Debe pensar antes de actuar porque, si bien es cierto que pagar menos en una sola cuota mensual puede seducir a un deudor agobiado, también lo es que al sumar las cantidades que se van a sufragar durante todos los años y observar que tendrá que abonar más dinero en intereses y costes de lo que hubiera llegado a pagar en la situación anterior, le pueden convertir en un deudor equivocado.

El mayor riesgo que puede correr tras el uso de este procedimiento es el de sentirse tan “aliviado” que vuelva a caer en el error que ha tratado de parapetear con la refundición: empezar a contraer nuevas deudas a corto plazo. Deudas que ya no podrá refundir, reunir ni agrupar. Deudas por las que, esta vez sí, puede ver comprometido el inmueble hipotecado.