Más allá de la pandemia del coronavirus del 2020, el liderazgo de personas a distancia se plantea como un desafío para las organizaciones
Además de gerenciar los asuntos, los responsables de áreas en empresas y organizaciones de distinto tipo necesitan adoptar nuevas formas de llevar adelante a sus equipos para inspirar, motivar e impulsar el potencial de cada colaborador.
Se necesita::
- Desafiar con objetivos retadores, que impulsen al equipo al siguiente nivel.
- Aplicar el feedback constante.
- Tomar a tiempo los problemas.
- La congruencia personal y profesional está puesta a prueba en este nuevo tiempo.
- Automotivación generada a partir del autoconocimiento.
El trabajo remoto ha llegado para quedarse: se sabe que una gran mayoría lo adoptarán en forma total o híbrida, mezclando días presenciales en la oficina con el home-office. También se instalarán más modalidades flexibles de acuerdo a cada negocio, y se espera que haya equipos más pequeños, ultra especializados, que trabajarán como células ágiles en coordinación con los demás.
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De allí que el éxito del liderazgo no presencial sea tan distinto del que se ejerce teniendo al equipo frente a frente, porque, entre otros aspectos, se necesita:
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onfiar más en cada persona.
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Aprender a delegar en forma efectiva.
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Generar sentido de la responsabilidad en los trabajadores.
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Motivar a que sean intra-emprendedores dentro del sector al que pertenecen.
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Definir procesos que lleven a los resultados buscados, en formato virtual.
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Crear espacios de cercanía y vínculos a distancia que ayuden a superar la ausencia de socialización, indispensable para todas las personas.
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Contar con indicadores claros para medir la gestión.
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Comunicar, comunicar y comunicar: reforzar todos los canales disponibles, permanentemente. El líder que no lo sabe hacer con eficacia, fracasará indefectiblemente.
Fuente: entrepreneur.com/
Autor: Daniel Colombo