En España, hasta enero de este mismo año, se estimaba que tan solo un 30% de las empresas contaban con un plan estratégico par abordar su transformación digital. “Sin embargo, en estos dos últimos meses, España ha dado un salto de 10 años en cuanto a digitalización. El COVID-19 se ha convertido en el impulsor definitivo de esta transformación y ha puesto de manifiesto que este proceso supone la supervivencia o no de las empresas”, afirma Laura Gisler, responsable del Área Digital de Nexian RRHH.
En los dos meses transcurridos desde la declaración del Estado de Alarma, la compañía de RRHH Nexian ha visto incrementarse en un 50 %, el número de empresas interesadas en los servicios de su área Nexian Digital Academy, un departamento especializado en ayudar a empresas, organizaciones y profesionales a adoptar y aprovechar todas las oportunidades que ofrece la transformación digital.
Muchas empresas que consideraban el comercio digital como un canal secundario han comprendido con esta situación que adaptarse a la nueva era digital era clave para afrontar con éxito su futuro más inmediato y que deben reorientar, con mentalidad digital, cada aspecto de su negocio.
No es una cuestión reservada para las grandes multinacionales, sino que desde el bar de la esquina, a una gran compañía de retail, pasando por las cadenas de alimentación -que han alcanzado cifras record con sus tiendas online-, los servicios -inmobiliario, legal, fiscal- la formación, las cadenas de gimnasios, etc. todos estamos obligados a adaptarnos. De ello depende la supervivencia de nuestras empresas, y de nosotros mismos como profesionales”, añade la directiva de Nexian.
Los tres principales obstáculos han desaparecido
Los tres principales frenos a la transformación digital han sido, tradicionalmente, la resistencia pasiva de muchos directivos de perfil analógico, acostumbrados a trabajar en su zona de confort; el no saber por dónde empezar; y, en tercer lugar, la escasez de profesionales capaces de implantar una estrategia de transformación digital global, que integre a las diferentes áreas de actuación de la empresa” afirma Gisler.
Sin embargo, en estas semanas de confinamiento las empresas han empleado toda su imaginación en evolucionar tecnológicamente y en implantar sistemas productivos con los que mantener, en parte, su actividad.
“Está claro que la transformación digital no se logra en unas semanas. Lo que hemos visto han sido iniciativas muy loables y exitosas. Pero esto no es nada comparado con las enormes oportunidades que ofrece la digitalización y el uso de la gran cantidad de información que manejan las empresas” añade la responsable del Área Digital de Nexian.
Por dónde empezar
Las empresas en general, y las pymes en particular, se enfrentan al dilema de no saber por dónde empezar. Por este motivo, “el primer paso, afirma Laura Gisler de Nexian, es analizar individualmente con cada empresa en qué fase se encuentra”. Hay quien necesita empezar a trabajar en aspectos de orientación al cliente en cuanto a la perspectiva digital. Otras lo que necesitan es aterrizar la construcción de sus procesos, ayuda en su inmersión tecnológica -instalar un nuevo software y saber cuál es el que mejor se adapta a sus necesidades-, o en todo lo relacionado con el talento digital. Nexian Digital Academy ofrece también a sus clientes un servicio completo de consultoría para ayudarles a marcar las pautas de trabajo sobre las cuales empezar a construir la estrategia.
De cara al profesional, la compañía de RRHH también tiene una recomendación: “aquellos profesionales que no se adapten a esta evolución, también corren un grave riesgo de desaparecer de la empresa”.
Nos encontramos ante una oportunidad única para transformar el futuro de nuestras compañías, atraer nuevos clientes y ganar tanto en términos de eficacia y productividad como de resultados económicos. “Hay dos tipos de empresas, las que ya han comprendido el beneficio de esta transformación y los que ven un coste excesivo en este cambio. Los que llevamos años predicando que el cambio es imprescindible vemos que ha llegado el momento de pisar el acelerador”, concluye Gisler.
Fuente: CISS Contable Mercantil. Wolters Kluwer