La AEAT realizó 1.496 entradas y registros en 2021. El Supremo ha fijado que la actuación debe estar conectada con un procedimiento en curso.
Hacienda cuenta con una poderosa herramienta para luchar contra el fraude fiscal: la caza in fraganti del presunto incumplidor. En 2021, la Agencia Tributaria realizó 1.496 entradas y registros in situ, frente a las 2.647 de 2019 y las 992 de 2020. De ellas, 1.254 fueron realizadas con apoyo de las Unidades de Auditoría Informática (UAI), un 83% más que en 2020 y un 42,5% menos que en 2019.
Estas actuaciones, en las que se revisan ordenadores y todo tipo de documentación contable, suelen formar parte, además, de las macrooperaciones sectoriales, como la bautizada como Operación Argamasa contra el fraude en la venta de materiales de obra. A finales del pasado mes de abril, más de 300 funcionarios se personaron en 71 locales de todo el territorio nacional tras detectar, anunció la AEAT, “signos externos de riqueza no justificados y ratios económicas anormalmente bajas en las empresas seleccionadas”.