El pasado día 4 de octubre, la Comisión Europea publicó una de las propuestas más ambiciosas que se recuerdan en el ámbito del IVA.
En dicha propuesta se pretenden aprobar una serie de medidas que ayuden a armonizar determinados aspectos del comercio internacional de bienes, así como poner en marcha un sistema definitivo en la gestión del impuesto en las operaciones intracomunitarias. Este sistema definitivo tiene, sin lugar a dudas, un fin último que es el de reducir el fraude que se produce en las operaciones intracomunitarias y que tiene un inmenso coste para las arcas de los Estados miembros sin que, a día de hoy, se haya dado con la medida que frene este tipo de actividades ilegales.