Softwares, patentes, programas, archivos, información personal y hasta el dinero, son ejemplos de como cada vez más las empresas digitalizan no solo sus procesos sino la información en esta nueva era tecnológica.  Poner en marcha una política de seguridad a conciencia se vuelve esencial para proteger tu negocio de los nuevos riesgos y peligros. Por eso hoy en Infoautónomos hablamos de la ciberseguridad, la seguridad que incorpora todas las prácticas destinadas a proteger las redes informáticas y la información que se almacena en ellas.

Riesgos que conciernen a grandes y pequeñas empresas

Es común pensar, al oír hablar de ciberseguridad, que solo atañen a gobiernos o grandes corporaciones, pero nada más lejos de la realidad. Los ciberdelincuentes apuntan a pymes, autónomos y particulares porque son precisamente ellos quienes creen estar fuera del radar. Por tal razón, dedican menos esfuerzo a seguridad informática, lo que los convierte en un blanco fácil.

Hoy en día, cualquier trabajador o empresa, por pequeña que sea, depende en mayor o menor medida de las redes digitales para llevar a cabo sus actividades cotidianas. Con esto se exponen, no solo a que su información se filtre, sino también a que se cometan delitos desde la IP de sus dispositivos, lo que se conoce como cibercrimen. Estas situaciones se presentan de muchas formas. Veamos algunas de las más habituales.

Los ciberataques más comunes

Existen muchos métodos con los que los ciberdelincuentes pueden vulnerar la seguridad de nuestros sistemas, pero la mayoría se encuadran en dos grandes grupos.

Phishing

El phishing es una técnica usada para obtener información sensible, como contraseñas, cuentas y claves bancarias. La forma más frecuente de phishing es mediante correos electrónicos o mensajes que aparentan ser de personas o entidades de confianza, como, por ejemplo, bancos o redes sociales. Los e-mails enlazan a un sitio web que son copias exactas de la página del remitente por el que se hacen pasar.

Si se accediese al enlace y se introdujeran los datos que piden, la web falsa registraría toda esta información que luego podría usar para suplantar la identidad o cometer fraudes.

Malwares

Se trata de softwares maliciosos que tienen como finalidad causar daños en los sistemas, robar información y, en general, corromper las redes informáticas en las que penetra. Los malwares pueden llegar a ser muy peligrosos, ya que algunos son capaces de espiar la actividad e incluso tener el control del ordenador.

Una de las formas típicas de propagación de malwares es mediante descargas automáticas de archivos, que se ejecutan cuando entramos a sitios pocos seguros. Una vez descargados, se instalan en el dispositivo y pueden causar grandes problemas. Otra manera habitual de entrar en el sistema es a través de unidades de almacenamiento como tarjetas de memoria y pendrives.

Consejos para mejorar la ciberseguridad

No se trata de vivir con miedo ni de dejar de beneficiarse de las ventajas que la tecnología ofrece. Pero sí que hay que ser consciente de los riesgos y tomar ciertas precauciones cotidianas que minimicen este tipo de situaciones. Te damos cinco pautas que puedes realizar fácilmente. 

  1. Cambiar las contraseñas periódicamente. Muchas veces las contraseñas quedan guardadas en los dispositivos de uso frecuente. Actualizarlas de vez en cuando evita el riesgo de que otras personas accedan a nuestras cuentas y perfiles. Asimismo, es importante no usar contraseñas fáciles de adivinar como fechas de cumpleaños o el número de DNI.
  1. Tener un back up de seguridad en remoto. Contar con una copia de seguridad que no se encuentre conectada a la red puede suponer la diferencia entre perder toda tu información y un pequeño susto. En caso de fallo o hackeo, te permitirá recuperar todos los datos.
  1. Utilizar softwares de confianza. Muchas veces, por intentar facilitar algunas tareas, terminamos utilizando programas que pueden incorporar malwares y virus dañinos. Presta atención a las herramientas que contratas como programas de facturación online, softwares de gestión de recursos o sistemas de bases de datos y asegúrate de que sean de proveedores de confianza.
  1. Mantener actualizados los sistemas operativos. Es común que los SO actuales incluyan sus propios antivirus y cortafuegos, a los que les hacen mejoras constantes. Para estar protegidos es importante contar siempre con las últimas versiones.
  1. Comprobar la autenticidad de las webs visitadas. Antes de introducir información personal en una web, es importante verificar que sea auténtica. La mayoría de los ordenadores dan una advertencia de sitios no seguros. De recibirla, es aconsejable no navegar en ellos o extremar las precauciones.

Mantenerse al día en materia de seguridad informática es esencial para tomar las decisiones adecuadas y estar alerta ante potenciales amenazas. La ciberseguridad nunca puede garantizarse al 100%, pero adoptando las medidas preventivas es posible reducir los riesgos de sufrir un ataque cibernético.