Digitalizarse es apoyarse en las nuevas tecnologías para incluir nuevas maneras de trabajar de manera más eficiente y con menos esfuerzos. Además, la digitalización de las empresas implica adaptarse a las nuevas peticiones de los clientes, así como crear nuevos modelos de comunicación y relación con ellos y los proveedores. La teoría está clara, pero, ¿por dónde empieza una pyme su proceso de digitalización? Muchas pequeñas y medianas empresas no saben por dónde empezar, qué objetivos marcarse o cómo poner en marcha los nuevos sistemas.
En este artículo trataremos de trazar un esbozo de plan para alcanzar este objetivo
Tres puntos para establecer un plan que aborde la digitalización. Esto es lo que proponen desde la Cámara de Comercio de España. La organización ha publicado una guía básica para la transformación digital de la pyme en la que se exponen los objetivos de digitalización, el plan para comenzar el proceso de digitalización y las tecnologías a introducir, así como las ayudas a las que pueden recurrir.
Plan de digitalización y objetivos
Para empezar, la empresa debe analizar su estado de madurez digital. Es importante conocer en qué estado se encuentra la empresa en este sentido. En función de los objetivos que tenga el negocio, la empresa deberá buscar las necesidades prioritarias para establecer la hoja de ruta sobre la que trabajar. Una vez establecidos los objetivos, es momento de escoger qué socios tecnológicos son los mejores para alcanzarlos.
Tomando estos tres puntos como base, la Cámara de Comercio establece los objetivos que la pyme debe marcarse para poder establecer un buen plan de digitalización son: mejora de ventas, mejora de productividad y mayor ahorro y control.
Mejorar las ventas y la relación con los clientes ha de ser uno de los principales objetivos en cualquier empresa. La digitalización es clave en este sentido. Incorporar canales de atención para poder atender a las demandas y poder responder a los clientes a través de todos los canales posibles se ha convertido en una necesidad. Además del teléfono, hoy día hay que tener redes sociales página web, servicio de chat, Whastapp, etc. Además, tal y como se expone en el documento de la Cámara de Comercio, también hay que invertir en dar a conocer el negocio a través de técnicas y herramientas de marketing online. Además, se debe facilitar y ampliar los canales de venta, incorporando comercio electrónico.
Mejorar la productividad es sinónimo de ser más eficientes. La incorporación de aplicaciones que faciliten y mejoren la gestión ayuda a que una empresa sea más eficaz y segura. Esto se traduce en atraer nuevos clientes, fidelizar los actuales y poder dar un mejor y más rápido servicio.
Ahorrar y tener un control completo de las infraestructuras de la empresa es también un objetivo a perseguir por cualquiera. Para ello, desde la Cámara de Comercio sugieren empezar por la implantación de plataformas de cloud computing y conectividad fija y móvil. La idea es favorecer una gestión fiable y efectiva. Además, los sistemas se irán automatizando de manera que el proceso sea más seguro y sencillo.
Por tanto, para poder incorporar la cultura digital en una empresa, aprovechar las nuevas tecnologías para la producción y gestión, así como convertirse en una compañía segura se necesita de formación. Contar con expertos en las diferentes áreas que se ocupen de introducir estas novedades en la empresa.
Tecnologías básicas para implementar en las pymes
En lo que respecta a las soluciones tecnológicas que las pequeñas y medianas empresas deben incorporar, la Cámara propone el siguiente decálogo.
- Conectividad. Tanto fija como móvil para comunicarse con clientes, proveedores, administraciones, etc.
- Plataformas de gestión multicanal. Como un CRM, por ejemplo. La finalidad es responder las peticiones de los clientes actuales.
- Aplicaciones digitales de gestión. Aquellas que persigan la automatización de trámites y gestiones.
- Puestos de trabajo digitales, integrando componentes de movilidad. Para ser eficaces y reducir tiempos muertos o inactivos.
- Copias de seguridad en la nube. Para garantizar la recuperación en caso de ciberataques o pérdidas de información.
- Presencia y ventas online. Imprescindible tener una página web y vender los productos a través de internet para poder ampliar los clientes potenciales y fortalecer las relaciones con ellos.
- Dispositivos para digitalizar locales. Maximizar el conocimiento del cliente por los productos o los servicios ofrecidos, así como personalizar su atención y oferta.
- Aplicaciones de seguridad. Para proteger la información y mantener el correo electrónico a salvo.
- Plataformas IoT (internet de las cosas). La finalidad es la de ahorrar costes en determinadas actividades. Entre ellas destaca la recogida automática de información, vídeovigilancia, atención de dispositivos, etc.
- Servicios de Big data o Business Inteligence. Se trata de mejorar la gestión mediante técnicas de transformación de datos en procesos de información relevantes para la evolución del negocio.
Todas las empresas deben poner el foco de sus objetivos en transformarse digitalmente. Este proceso no es una opción. Es la garantía de supervivencia de una empresa, sea del tamaño que sea.
Fuente: cincodias.elpais.com
Autor: Lucía Vera Hervás